“Al ver a las multitudes, tuvo compasión de ellas, porque estaban agobiadas y desamparadas, como ovejas sin pastor.”1
El Encuentro Diario de hoy fue escrito por Cindy Whetzel, Sargento de Artillería, U.S.M.C.2
En los Evangelios leemos que cuando Jesús “veía” un problema, era movido con compasión para hacer algo al respecto.
El ver un problema es solo el comienzo de resolver un problema. Jesús nunca le dijo al ciego, cojo, o afligido, “No estás ciego, cojo o afligido. Solo di eso y todo estará bien.” Al contrario, el veía el problema, reconocía el problema, y hacia algo para resolverlo.
Es fácil ver problemas, pero el simple hecho de ver un problema, no es suficiente. Cuando y donde sea posible, necesitamos tomar acción y hacer algo para resolver el problema como lo hizo Jesús.
También es fácil jugar el juego de “¿No es horrible?”.” No es horrible que no haya suficientes maestros para la escuela dominical. No es horrible que los baños de la iglesia estén en esa condición. No es horrible esta situación de el abuso de las drogas.” Pero si les preguntas a los jugadores de este juego que sean maestros de la escuela dominical, que limpien los baños, o que sean consejeros voluntarios en un centro de rehabilitación, usualmente dicen que están muy ocupados, o que están esperando visita, o que simplemente no es un área ministerial en que quieren servir. En vez de ser movidos por compasión, estos jugadores son movidos por la crítica.
Con visión viene responsabilidad. Moisés vio la zarza ardiente y luego fue a Egipto. Ezequiel vio la visión de los huesos secos y luego predicó a Israel. Jesús nos vio a ti y a mí en un estado perdido y luego vino al mundo para morir en la cruz para pagar el precio de nuestra salvación eterna.
A veces estamos esperando que Dios nos de una “visión especial” o un “llamado especial” antes de querer hacer algo. Permítame sugerir que “ver el problema” es una parte vital del llamado. Es cierto que no podemos resolver cada problema que veamos, pero todos podemos echar la mano para poder resolver por lo menos un problema.2
Oración sugerida: “Querido Dios, por favor dame ojos para ver, un corazón de compasión, y la voluntad para actuar—y actuar de acuerdo a tu voluntad. Gracias por escuchar y por contestar mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesús, amen.”
1. Mateo 9:36 (NVI).
2. Cindy Whetzel, Sargento de Artillería, U.S.M.C.
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