“La mente tranquila es vida para el cuerpo.”1
Es lunes por la mañana. Se termino el fin de semana. Suena el despertador con su odioso sonido y de repente estas en la realidad del mundo. Primero la batalla para levantarte de la cama, luego la prisa para llegar a tiempo a la escuela o al trabajo, y luego la estrés de tratar de lidiar con todas las responsabilidades del día.
¿Es así como comienza tu día? ¿Y no son estas presiones livianas comparando con las que encaramos en el transcurso del día y la semana?
Estamos viviendo en un mundo de mucho estrés y preocupación con la escuela, el trabajo, la familia, presiones sociales y financieras. No hay muchas personas que son libres de alguna preocupación. Sin embargo, una sobrecarga de preocupación y ansiedad es un problema mayor en nuestra sociedad contemporánea. En cantidades excesivas, te pueden acortar la vida.
Algunas personas pretenden que nada les molesta.”No hay problema”, dicen mientras extienden la mano para alcanzar la botella de licor o la aspirina para calmar sus ansiedades internas.
Pero no es posible hacer morir estas ansiedades internas. Se manifestaran de muchas maneras. Por ejemplo, George se aísla cuando está molesto, lastimado o tenso. Susan habla demasiado para cubrir su ansiedad. Bill fuma todo el tiempo para evitar encarar su ansiedad. Harry ataca cuando se siente amenazado. Jack es dominativo y Judy procrastina. Dennis se queja constantemente. Joan come compulsivamente, Fred bebe compulsivamente, Tom trabaja compulsivamente, y Frank es un apostador compulsivo—todo esto a causa de no resolver la ansiedad y preocupación interior.
La ansiedad también se puede manifestar físicamente. Dolor abdominal, alta presión sanguínea, tic nervioso, alergias, ulceras, estomago nervioso, dolor de cabeza a causa de tensión—todos estos han sido diagnosticados como síntomas de preocupación y ansiedad.
Si, tarde que temprano la preocupación o la ansiedad ganara. Cuando fallamos en hablar de nuestras preocupaciones en una forma saludable, se manifestaran en una forma no saludable, de una forma u otra.
Esta historia continuara…
Oración sugerida:”Querido Dios, si estoy preocupado o temeroso, o cuando lo este, por favor ayúdame a no negarlo o tratar de escapar, procrastinar, y mantenme lejos de cualquier conducta impulsiva o adictiva. Pero más bien ayúdame a encarar la preocupación o ansiedad, ver la causa, y guíame a buscar la ayuda que necesito para vencer y sobreponerme a mi preocupación. Gracias por escuchar y contestar mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesús, amen.”
1. Proverbios 14:30 (DHH).
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