“¡Tengan cuidado! —advirtió a la gente—. Absténganse de toda avaricia; la vida de una persona no depende de la abundancia de sus bienes.”1
El Dr. James Moore escribió: “Durante la Segunda Guerra Mundial, cuatro jóvenes soldados americanos que habían estado en el frente de batalla durante algún tiempo, fueron enviados de regreso a un pequeño pueblo francés para descansar un poco y recuperarse. Cuando llegaron a la aldea, se dieron cuenta que era la víspera de Navidad. Comenzaron a discutir cómo les gustaría pasar la Navidad. Uno de los soldados dijo: “Sabes, cuando venimos a la aldea el día de hoy, me di cuenta que hay un orfanato en las afueras de la aldea. ¿Por qué no vamos allí por la mañana y llevamos un poco de alegría de Navidad a los niños?” a los otros les gusto la idea y mientras mas hablaban de ella mas emocionados se ponían. Así que fueron a comprar todo tipo de juguetes, dulces, ropa, comida, libros y juegos. A la mañana siguiente se presentaron en la puerta del orfanato con maravillosos regalos de Navidad para todos los niños.
“El director del orfanato estaba agradecido y todos los niños estaban encantados abriendo sus regalos, a excepción de una niña que estaba de pie en silencio a un lado. Parecía de 5 o 6 años de edad y su rostro se veia muy triste. Uno de los soldados se dio cuenta de que ella no participaba, le pregunto al director del orfanato acerca niña. “Que Dios la bendiga,” dijo el director, “la acabamos de recibir la semana pasada. Sus dos padres murieron en un accidente de coche. No había nadie con quien quedarse, por lo que la trajeron aquí.”
“El soldado se acercó a la niña y le dijo: ‘Es la mañana de Navidad y tenemos mucho regalos de Navidad aquí: juguetes, ropa, dulces, comida, libros y rompecabezas. ¿Que te gustaría? ¿Qué es lo que mas deseas para la Navidad?’ Y la niña dijo: ‘Quiero que alguien me abrace.”
“Tal vez ese es el mejor regalo de Navidad para todos, alguien que nos abrace. Como alguien dijo una vez, ‘ser rico no es lo que tiene. Es quien este a tu lado.’ Bueno, esta temporada sagrada viene una vez al año para recordarnos que ‘El Amor llego en Navidad,’ que Dios llega a nosotros con los brazos abiertos, y que Él quiere que aceptemos su amor y lo pasemos a los demás.”2
Se sugiere la siguiente oracion: “Querido Dios, gracias que tu amor llego del cielo en navidad a través del nacimiento de tu Hijo, el Señor Jesucristo, quien vino al mundo para dar Su vida a cambio de mis pecados. Te agradezco lo que has hecho por mí, ayúdame a vivir con los valores eternos a la vista y no quedar atrapado en el materialismo de este mundo. Sino más bien, ayudame a dar a los demás de lo que Tu me has dado a mí. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Con gratitud, en el nombre de Jesús, Amén.”
Nota: Si usted nunca ha aceptado el regalo increíble de la Navidad que Dios ha dado, asegúrese de leer, “Cómo Estar Seguro que usted es un Verdadero Cristiano”, en: https://learning.actsweb.org/sp/conocer_a_dios1.php.
1. Lucas 12:14 (NVI).
2. Dr. James W. Moore, ChristianGlobe Sermons, ChristianGlobe Networks, Inc., 2003. Citado en www.eSermons.com.
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