Una lectora de Encuentros Diarios escribe: “En un reciente articulo de devoción diaria usted habló sobre el tema de libre albedrío contra la predestinación. ¿Cree usted que Dios ha predestinado con quien nos casaremos?”

Querida Anita (nombre ficticio), una manera de pensar de la predestinación es la siguiente: imagine que su vida aquí es como estar en un tren. Ya que usted ha aceptado a Jesús como su Salvador el tren en el que usted está representa el plan general de Dios para su vida. Dios llevará ese tren hasta llegar al final de un destino pre-determinado que es el cielo. Sin embargo, mientras que en el tren de la predestinación, usted tiene libre albedrío para optar por alojarse en un coche o moverse de carro a carro … puede comer en el lugar que usted elija … vestir de la manera que usted elija … sentarse con quien usted elija … elegir qué clases de educación tomará … elegir qué tipo de trabajo quiere y está más capacitada para hace … elegir a que iglesia asistir … hacer amigos con quien usted decida … y casarse con quien elija.

En todas las decisiones de la vida si realmente buscamos la voluntad de Dios, él nos guiará, nos dará sabiduría y dirección, pero no va a violar nuestro libre albedrío y tomar nuestras decisiones o elecciones por nosotros. Si lo hiciera, eso nos mantendría dependientes e inmaduros. Con muchas de las opciones que nos da la vida tenemos que elegir sabiamente, porque vamos a cosechar los beneficios/consecuencias de las decisiones que tomamos, ya sean buenas o malas.

Debido al regalo de Dios para el perdón de los pecados y a que su invitación al cielo dice “el que quiera puede venir” podemos optar por subir al “tren” que está predestinado para la vida eterna en el cielo. O en su defecto se puede optar por quedarse en el “tren” que está predestinado a la muerte eterna y la separación de Dios, el autor de todo el amor y la vida.

Así que haga lo que haga, elija hoy que “tren” es el que va a abordar. Por ayuda vea “Cómo conocer a Dios y estar seguro de ser un Cristiano real sin tener que ser religioso” en línea en: https://learning.actsweb.org/sp/conocer_a_dios1.php.

Se sugiere la siguiente oración: “Dios mío, te doy gracias porque me has dado la opción de aceptar el perdón de todos mis pecados con el regalo de la vida eterna en el cielo. Esto es lo que yo elijo. Por favor ayúdame a hacer esto. Gracias por escuchar y responder a mi oración. En el nombre de Jesús, amén.”

1. Proverbios 3:5-6 (NVI).