“Así que tengan cuidado de su manera de vivir. No vivan como necios sino como sabios, aprovechando al máximo cada momento oportuno, porque los días son malos. Por tanto, no sean insensatos, sino entiendan cuál es la voluntad del Señor.”1
Hace tiempo ya en uno de mis Encuentros Diario hablaba sobre el hecho de que Jesús es nuestro copiloto. Varios lectores no estuvieron de acuerdo diciendo que Jesús era su piloto y ellos eran los copilotos. Eso suena noble pero no es ser real o responsable. El hecho es que somos totalmente responsables de hacia “donde volamos” (cómo actuamos, cómo vivimos y lo que hacemos con nuestra vida). Es cierto, Dios hará por nosotros lo que no podemos hacer por nosotros mismos (es por eso que envió a Jesús a morir para salvarnos de nuestros pecados), pero no hará por nosotros lo que podemos y debemos hacer por nosotros mismos. Si lo hiciera seriamos dependientes en lugar de ser interdependientes con él. Tenemos que aprender que Dios no es un codependiente y nunca lo será.
Dios ha prometido darnos sabiduría, orientación y dirección si nosotros lo pedimos, pero nosotros estamos a cargo de nuestra vida. Podemos ir por el camino de Dios, o podemos seguir nuestro propio camino. La elección es nuestra. Nosotros hemos sido advertidos para aprovechar al máximo cada oportunidad, y somos los responsables de cada parte de nuestra vida.
El siguiente poema “Una bolsa de herramientas,” de Roy L Sharpe lo dice muy bien:
¿No es extraños
Que príncipes y reyes,
Y payasos que se cubren
En anillos de aserrín
Y personas comunes
Como usted y yo
Seamos constructores para la eternidad?
Cada uno recibe una bolsa con herramientas,
Una masa sin forma,
Un libro de reglas;
Y cada uno debe de hacer —
Antes de que la vida vuele —
Un obstáculo
O un escalón.
Comprendan que lo que usted y yo hagamos con nuestras vidas es nuestra elección, y seamos lo suficientemente inteligentes para tomar ventaja de cada oportunidad que se nos presente para hacer lo que es correcto y aquello que honra a Dios.
Se sugiere la siguiente oración: “Dios mío, gracias porque no importa donde viva tengo la oportunidad de vivir para ti y servirte. Por favor dame la sabiduría y dirección que necesito para siempre saber lo que es correcto, y el valor para hacerlo, y a siempre actuar de manera responsable en cada área de mi vida. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Con agradecimiento, en el nombre de Jesús, amén.”
1. Efesios 5:15-17 (NIV)
<:))))><