Mientras que diminutas hormigas nos dan muchas lecciones, incluyendo la importancia de estar preparados lo mas posible para lo que pueda suceder, los tejones nos muestran la necesidad de ser precavidos y ser responsables de cuidarnos a nosotros mismos.

Estos pequeños animales se esconden en los rocosos despeñaderos en las salientes de las montañas donde las águilas no los pueden atrapar. Tambien se esconden cerca de las rocas dónde permanecen sin ser vistos por los hambrientos leones. De alejarse de la seguridad que las rocas les ofrecen ellos serian presa fácil.

Algunos de nosotros somos súper dependientes, dependiendo de alguien más o del gobierno para que nos amparen. La meta de Dios para cada uno de nosotros es que maduremos y crezcamos, y no que seamos dependientes o sobre dependientes. Si no nos cuidamos a nosotros mismos y nos protegemos de las tantas tentaciones y caídas potenciales que puedan aparecer en nuestro camino, nadie más lo hará por nosotros.

Como lo decía Pedro, “Sean sobrios y estén alertas. Su enemigo el diablo, como león rugiente anda alrededor buscando a quien devorar.”²

No queremos ser cínicos, pero necesitamos ser cuidadosos, tomar las precauciones necesarias, y aceptar responsabilidad total en cada área de nuestras vidas. Y, sobre todas las cosas, necesitamos confiar nuestras vidas a Dios diariamente y como Davis quien dijo, El Señor es mi roca, my fortaleza y mi libertador; mi Dios es mi roca, en quien me refugio… El es mi fortaleza.”³

Se sugiere la siguiente oración: “Dios mío, por favor ayúdame a siempre poner mi confianza y buscar refugio en ti. Libérame del mal, las tentaciones y los desastres. Y guíame por el camino que debo seguir. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Con agradecimiento, en el nombre de Jesús, amén.”

1. Proverbios 30:26 (NIV)
2. I Pedro 5:8 (NIV)
3. Salmos 18:2 (NIV)