ISRAEL: Pieza central de la historia de Dios

“De hecho, el que guarda a Israel no se adormecerá ni dormirá.”1

“En el principio creó Dios los cielos y la tierra.”2 También creó el primer hombre y mujer, Adán y Eva, una historia sencilla, con profundas consecuencias en que Dios creó al hombre con libre albedrío y no como una marioneta en una cuerda. Dios puso una prueba a Adán y Eva para ver si voluntariamente decidirían seguir sus instrucciones, o seguir su propio camino. La prueba era simple: se les dijo que podían comer del fruto de todo árbol en el Jardín del Edén, excepto de un solo árbol.3

No había nada complicado acerca de esta elección hasta que Satanás, el jefe de los ángeles caídos, entró en escena. Desde que Satanás trató de derrocar a Dios y fue posteriormente “destronado de su alta posición en el orden de Dios.”4 él ha odiado a Dios y ha utilizado todas las formas de engaño posibles en su intento de destruir a la cúspide de la creación de Dios: ¡la humanidad! Para ello Satanás engañó a Adán y Eva, diciéndoles una verdad a medias (que puede ser la forma más engañosa de la mentira que hay), y al hacerlo, los llevó a desobedecer las instrucciones de Dios y a comer del futo prohibido.5 En este acto la humanidad eligió no creer en Dios y rechazan su dirección, y creer y seguir a Satanás. Esta fue la entrada del pecado y del mal en la raza humana, y el comienzo de la batalla entre el bien y el mal—una batalla que ha continuado desde entonces y se enfurece más que nunca en el mundo actual.

Esta batalla aumentó significativamente cuando Abraham, el padre de la nación de Israel, optó por hacer exactamente lo contrario de lo que hicieron Adán y Eva. Eligió creer en Dios y seguir sus directivas. Debido a esto Dios escogió a los descendientes de Abraham, los israelitas, como la nación a través del cual iba a traer la curación a la humanidad. Dios hizo esto a través del nacimiento de Jesucristo, el Hijo de Dios y Salvador del mundo.6 Por otra parte, cuando Cristo regrese a la tierra, él vendrá directamente a Israel, y gobernará y reinará durante todo el milenio desde Jerusalem.7

Ustedes puede entender por qué, desde el inicio de la nación de Israel, Satanás ha hecho y sigue haciendo todo lo posible para destruir totalmente a esta nación.

Según la Biblia, el clímax de la historia del mundo será cuando las naciones del mundo, encabezadas por el Anticristo (emisario de Satanás), se unirán para venir contra Israel en un intento de destruirla para siempre.8 Esta guerra, la cual será algo que el mundo nunca antes ha visto, es conocida como Armagedón. En este punto, Jesucristo regresará a la Tierra desde el Cielo, rescatará a Israel y destruirá totalmente a los ejércitos enemigos. A continuación, establecerá su reino y gobernará y reinará en la tierra de Jerusalén por mil años9—tras lo cual se creará una nueva tierra y un nuevo cielo.10

En su primera venida a la tierra, Jesús vino como un siervo a identificarse con la humanidad perdida y dar su vida como un sacrificio para pagar el castigo por el pecado de la humanidad y salvar a todos los que creen en él de las trágicas consecuencias del pecado y del mal. No nos equivoquemos, sin embargo, en la segunda venida Jesucristo vendrá como Rey de reyes y Señor de señores para gobernar y reinar para toda la eternidad.10

Y Satanás, el padre de todos los engaños, las mentiras y el mal, con su horda de seguidores infernales, será atado durante el milenio y al final será echado al infierno para siempre.11

Mantenga un ojo en Israel. Esta pequeña nación es, sin lugar a dudas—en el plan de Dios—el centro del escenario para la batalla final del mundo entre el bien y el mal. Por lo tanto, cuanto más vemos que las naciones se unen para oponerse a Israel, más tenemos que darnos cuenta que el establecimiento de las bases para la entrada del Anticristo se está acelerando. Al mismo tiempo, el establecimiento de las bases para la segunda venida de Jesucristo también se está acelerando. Según la Biblia, el regreso de Cristo será el fin de la historia del mundo como lo conocemos.10

Mientras tanto cada individuo tiene que decidir si él o ella está en el lado de Dios y el bien—o en el lado de Satanás y del mal—que incluye estar a favor o en contra de Israel. Acerca de Israel, Dios prometió a Abraham: “Haré de ti una nación grande y te bendeciré, haré famoso tu nombre, y serás una bendición. Bendeciré a los que te bendigan, y maldeciré a los que te maldigan; ​​y por medio de ti serán bendecidas todas las familias de la tierra.”12 Cuídense todas las naciones que se atreven a venir en contra de Israel, o al final se encontrarán luchando contra Dios.

Con Dios no hay un terreno neutral. Si no estamos con él, estamos en contra de él. Como dijo Jesús: “Quien no está conmigo está contra mí.”13 Y como Dietrich Bonhoeffer dijo: “El silencio frente a la cara del mal es el mal en sí: Dios no nos hará libres de culpa. Ya que el no hablar es hablar, No actuar es actuar.”

Les insto hoy a adoptar una postura por el bien en contra de todo mal, por Israel en contra de todos los que son anti-israelíes, por Jesucristo contra todos los que están en contra de Cristo, y por Dios contra Satanás. Así como lo fue con el primer hombre y mujer, cada individuo está llamado a hacer esa elección.

Se sugiere la siguiente oración: “Dios mío, por favor abre los ojos de mi entendimiento, para que pueda ver claramente tu propósito para mí y para toda la humanidad, y estar plenamente consciente de tu plan para el clímax de la historia del mundo. Por favor, dame el coraje/valor de tomar la decisión de creer y seguir tus instrucciones y, con ello, adoptar una postura activa por todo lo que es bueno y de ti, y una postura definida contra todo lo que está mal y es de Satanás, el diablo. Ayúdame Dios mío. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Con gratitud en el nombre de Jesús, Amén.”

NOTA: Si usted nunca ha tomado una postura por Dios, puede empezar hoy, al aceptar a Jesucristo como su Señor y Salvador y, al hacerlo, recibir el perdón de Dios por todos sus pecados. Para obtener ayuda, visite: https://learning.actsweb.org/sp/conocer_a_dios1.php

1. Salmos 121:4 (NIV).
2. Génesis 1:1 (NIV).
3. Vea Génesis 2:16-17.
4. Isaías 14:12-15.
5. Génesis 3:3.
6. Mateo 1:1.
7. Zacarías 14:4.
8. Revelaciones 16:12-16.
9. Revelaciones 20:1-6.
10. Apocalipsis 21:1-3.
11. Revelaciones 20:1-3; 20:7-10.
12. Génesis 12:2-3.
13. Mateo 12:30.

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