Un Pastor hizo la pregunta: “Por favor ayúdenme a descubrir esta pregunta, que se me hizo en nuestro último estudio bíblico. ¿Puede un Dios bueno hacer mal? Por ejemplo, la biblia dice que un espíritu malo de parte de Dios vino sobre Saúl, también que Dios creó a Faraón para el propósito de destruirlo. Todavía no encuentro una buena explicación y necesito su ayuda para compartirla con mi congregación.”

Querido Pastor, concerniente a preguntas como estas, regreso a Faraón en los días de Moisés cuando se rehusó a dejar ir al pueblo de Dios libre de la esclavitud en Egipto. A pesar de las muchas plagas que Dios envió sobre el pueblo Egipcio, la Biblia dice que Faraón continuo endureciendo su corazón. Una y otra vez Faraón endureció su corazón contra Dios, Moisés y los hijos de Israel. En otras palabras fue Faraón quien endureció su propio corazón y luego Dios, dejando de persistir, confirmo su corazón endurecido.

También cuando la Biblia dice que Dios enviará pecadores no salvos al infierno, en realidad son ellos mismos quienes se envían al infierno a causa de negarse a confesar sus pecados y pedir perdón a Dios.

Donde dice que un espíritu malo de parte de Dios vino sobre Saúl, es porque Saúl rechazo el plan de Dios para él, entonces Dios no detuvo este espíritu malo de venir sobre Saúl. Estoy seguro que un espíritu malo quisiera venir sobre todo Cristiano que fielmente sirve a Dios, pero Dios los detiene porque estamos sirviendo y confiando en el.

Es lo mismo aquí en los Estados Unidos, mientras nosotros como pueblo mas rechazamos a Dios, la Biblia, y el Cristianismo, lo más que aceleraremos la decadencia moral que está sucediendo a través de la tierra. Si seguimos haciendo esto, nos removemos de la bendición de Dios y su protección. No es que Dios envía las catástrofes que vienen sobre nosotros, pero más bien somos nosotros mismos quienes nos removemos de su bendición y protección, y como consecuencia cosechamos las consecuencias naturales de nuestro comportamiento pecaminoso.

El mismo principio aplica a los individuos—si rechazamos a Dios y vamos en contra de su voluntad—nos removeremos de sus bendiciones y protección y cosecharemos  las consecuencias naturales de nuestro comportamiento  pecaminoso.

Oración sugerida: “Querido Dios, gracias que todas tus leyes, reglas y principios son para mí seguridad, protección y bienestar. Por favor ayúdame para que siempre viva en armonía con todos tus caminos, y al hacerlo coseche las recompensas de tu bendición en mi vida. Gracias por escuchar y contestar mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesús, amen.”

1. Éxodo 8:32 (NVI).
2. Éxodo 9:12 (NVI)