“Esto lo hizo Dios para que todos lo busquen y, aunque sea a tientas, lo encuentren. En verdad, él no está lejos de ninguno de nosotros, ‘puesto que en él vivimos, nos movemos y existimos’”1
Un lector de Encuentro Diario pregunta, “¿Cuando se que Dios me está hablando? Estoy tan confundida y necesito tanta ayuda. Mi vida es tan mala y difícil cada día. Oro por sabiduría y guía y no sé si Dios me escucha, o si aun me ama. Siento que ya nadie me ama.”
Querida Jane (nombre cambiado), en realidad Dios está continuamente proclamando su amor, poder y bendición para todos nosotros. El problema está en nuestra recepción. Son las capas de problemas no resueltos que estorban para que podamos sentir el amor de Dios y ser consientes de su presencia. Estos mismos problemas nos detienen de sentir amor por los demás. En otras palabras son sentimientos negativos que interfieren—uno o más de estos sentimientos de emociones reprimidas negativas, como dolor sin resolver, aflicción, enojo, resentimiento, celos, o aun culpabilidad estamos viviendo una vida que esta fuera de armonía con la voluntad de Dios.
Primero, para vencer podemos saber lo que Dios dice en su palabra leyéndola y estudiándola. Todas las direcciones que necesitamos para vivir bien se encuentran en la Biblia. Solo necesitamos leer y estudiar la Biblia para saber lo que dice la palabra de Dios y aceptarla por fe, sin importar como nos sentimos, y vivir en armonía con sus directivas. Además, mientras que nuestra vida este comprometida con Dios y hemos recibido a Jesús como nuestro salvador, tenemos la promesa de Cristo que él nunca, nunca nos dejara ni nos abandonara.2 Otra vez, necesitamos creer esto sin importar como nos sentimos.
Segundo, la palabra de Dios también nos dice, “El señor esta cerca de todos los que claman a él en verdad.”3 Así que si vamos a sentir/conocer/experimentar la presencia de Dios y “escuchar” lo que nos está diciendo, es imperativo que cuando oremos seamos totalmente honestos con nosotros mismos y con Dios y que le confesemos exactamente lo que está pasando en nuestra vida y como nos sentimos. También necesitamos seguir pidiéndole a Dios que nos siga guiando por el camino de la verdad para que podamos ver cualquier barrera en nuestra vida que pudiera estar estorbando de que experimentemos su presencia y amor.
Tengamos en mente que Jesús también dijo, “Conocerás la verdad y la verdad te hará libre.”4 Así que mientras exista alguna área en nuestra vida donde no nos sintamos libres, podemos tener por cierto que hay alguna verdad (o verdades) que no estamos viendo y confrontando. Una vez que veamos esta verdad, sabremos lo que necesitamos hacer para arreglar nuestros asuntos.
Finalmente, también dijiste que sientes que ya nadie te ama. Mas seguido que no, son los sentimientos negativos que se mencionaron anteriormente, la mayoría son causados por relaciones significativas deficientes (en algún momento desde ayer hasta nuestra infancia) esto detuvo que sintiéramos el amor de Dios y de la gente. Cuando resolvamos estos sentimientos negativos, confesemos nuestros pecados a Dios y por lo menos a un amigo(a) de confianza, Pastor, Sacerdote, o consejero, perdonemos a todos y a cualquiera que me a lastimado, y resolvamos nuestras deficientes relaciones no solamente nos sentiremos amados otra vez por las personas, pero también por Dios. Cuando tenemos relaciones deficientes sin resolver y emociones negativas (que pudieran estar reprimidas de nuestra memoria) la mayoría de nosotros necesitamos un consejero experimentado para qué nos ayude a través del proceso de sanación.
Oración sugerida: “Querido Dios, gracias por las instrucciones para vivir creativamente que has dado en tu palabra, la Biblia. Por favor dame amor para estudiar tu palabra, la ayuda que necesito para entenderla, y el valor para vivir conforme a las directivas que en ella encuentre. Y guíame a la ayuda que necesito para resolver todas mis emociones negativas y relaciones deficientes para que yo pueda conocer y experimentar tu presencia y amor al igual que sentir amor por ti y por otros. Gracias por escuchar y contestar mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesús, amen.”
1. Hechos 17:27-28 (NVI).
2. Vea Hebreos 13:5.
3. Salmos 145:18 (NIV).
4. Juan 8:32 (NVI).
<:))))><