Earl Nightingale conto como en un Día Nacional de Secretarias él le dio a su secretaria unas flores y ella comento que tan bellas estaban. Ella también comento como no entendía porque no tenían nada de olor.

Él le informo que las flores venían de un invernáculo y explico cómo las flores que son creadas en este tipo de ambiente tienen todo hecho por ellas, entonces no tienen que atraer a insectos para polinizarlas. Como resultado pierden su olor. De la misma manera fruta creada en un invernáculo, no sabe tan buena como la fruta crecida en su ambiente natural porque no necesita atraer a insectos para dispersar su semilla.

Es similar al niño que quería ayudarle a una mariposa salir de su capullo por medio de poner una rajada en él, y haciendo esto, le causo la muerte. El no se daba cuenta que la lucha para salir del capullo es necesario para fortalecer las alas de la mariposa para que pueda volar.

Cuando personas hacen demasiado para nosotros o nos sobreprotegen, especialmente durante los años tempranos de nuestro desarrollo, nos pueden causar daño serio. Y hasta en nuestros años de adulto son los problemas y dificultades que experimentamos que nos fortalecen, forman el carácter, dan sabiduría, entendimiento, y compasión—si los dejamos. También nota que si le pedimos a Dios que nos de sabiduría y guía, el lo hará, pero no nos sobreprotegerá de las cosas que necesitamos para ayudarnos y hacernos crecer—¡y para enseñarnos sabiduría!

Oración sugerida: “Querido Dios, ayúdame a no correr de mis temores, tribulaciones, y problemas, pero aceptarlas como oportunidades para crecimiento personal y espiritual. Gracias por escuchar y contestar mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesús, amen.”

1. Hebreos 12:6, 10-11 (NVI).