“No se engañen: de Dios nadie se burla. Cada uno cosecha lo que siembra. El que siembra para agradar a su naturaleza pecaminosa, de esa misma naturaleza cosechará destrucción; el que siembra para agradar al Espíritu, del Espíritu cosechará vida eterna.”1
Tomé prestado el título de hoy de Michael Josephson de el Carácter Cuenta. Al considerar a los vergonzoso líderes de compañías que han “manejado los libros” en sus prácticas de contabilidad para que sus empresas parezcan estar mucho mejor de lo que están, y como resultado han lastiman a miles de personas, Michael escribió, “consideren la enorme vergüenza que esto provocó… al ex vice presidente de Enron lo llevó a cometer suicidio, él escribió esta nota a su esposa: “Siento mucho todo esto. Creo que simplemente no puedo seguir adelante. Siempre he intentado hacer lo correcto, pero donde una vez hubo un gran orgullo ahora ha desaparecido. ‘Les amo tanto a ti y a los niños. Simplemente no puedo ser de ningún bien para ti o para mí mismo. El dolor es abrumador. Por favor, intenta perdóname.’”
Mientras que la mayoría de nosotros nunca tendría la oportunidad de hacer lo que han hecho estos empresarios, es necesario sin embargo tener cuidado acerca de nuestras acciones. Por cada acción hay una consecuencia. Si siembro actos de bondad cosecharé recompensas de amabilidad. Si siembro semillas de amor, cosecharé recompensas de amor. O si siembro semillas de odio, a cambio recibiré odio. Y si siembro semillas del mal, en su momento cosechará recompensas del mal. Cosechamos lo que sembramos.
Así que reflexionemos todos sobre lo que hacemos. Nuestro legado depende de ello. ¿Qué queremos que piensen de nosotros nuestros seres queridos cuando hayamos partido? ¿Y aun más importante, cuando llegamos al final del viaje de la vida que queremos que Dios “piense” y nos diga? Será, “Bien hecho buen y fiel servidor, entra en la alegría de tu Señor” O será, “Jamás los conocí. ¡Aléjense de mí, hacedores de maldad!”
Se sugiere la siguiente oración: “Dios mío, por favor, ayúdame a vivir con valores eternos en mente dándome cuenta de que lo que siembre en esta vida, no sólo cosecharé la recompensa/consecuencia aquí y ahora, sino también en la vida por venir. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Con gratitud, en el nombre de Jesús, amén.”
1. Gálatas 6:7-8 (NVI).
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