Yo creo que han escuchado del hombre que dejo de asistir a la iglesia y fue visitado por su pastor.

Según la historia, “Era una tarde fría. El pastor encontró al hombre solo en su casa, sentado frente a un fuego ardiente. El pastor se hizo sentir en casa pero no dijo nada. Después de algunos minutos, el pastor tomo las tenazas para el fuego, y con cuidado recogió un brasa encendido y lo puso en el piso frente a la chimenea. Luego se recostó en su silla, aun en silencio. El hombre miraba todo esto contemplando en silencio. Mientras la llama de la braza solitaria parpadeaba y disminuía, hubo un brillo momentáneamente y luego su fuego no fue más. Pronto se hizo frio y muerto.  

“Ni una palabra se había dicho desde su saludo inicial. El pastor miro su reloj y se dio cuenta que era hora de retirarse. Lentamente se paro, recogió la brasa fría y muerta, y lo puso de vuelta en el centro del fuego. Inmediatamente comenzó a brillar una vez mas con las luz y el calor de las brasas alumbradas a su alrededor.

“Mientras el pastor alcanzo la puerta para irse, el hombre dijo, ‘Muchas gracias por su visita y especialmente por su sermón impactante. Estaré de regreso en la iglesia el próximo Domingo.”

Nota: Asegúrese de leer, “Beneficios de Una Buena Iglesia” en: https://learning.actsweb.org/sp.viviendo/buena_iglesia1.php

Oración sugerida: “Querido Dios, ayúdame a ver la necesidad de estar involucrado en una buena iglesia donde las personas creen en tu Palabra y viven en armonía con los principios que en ella se encuentran. Gracias por escuchar y contestar mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesús, amen.”

1. Hebreos 10:2 (NVI).