¡Tercer golpe y estás dentro!

“Pero una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús.”1

Oradores motivacionales hacen esta pregunta, “¿Qué le gustaría hacer si supiera con certeza que no fracasaría?” Buena pregunta. Estoy seguro de que los sueños, la esperanza y/o la ambición de muchos se pierden por el miedo al fracaso. 

Quizás una mejor pregunta sería: “¿Y qué sucede si fracasa?” ¿Qué es lo peor que podría suceder? Noventa y nueve por ciento del tiempo podría aprender de la experiencia y estar mejor preparado para intentarlo de nuevo. Dudo si hay alguien que ha logrado cumplir el sueño de su vida y sus objetivos que no haya experimentado una caída—o incluso muchos fracasos antes de lograrlo.

De lo que necesitamos darnos cuenta es que no hay ninguna vergüenza en un fracaso. Como alguien más lo dijo, “el apuntar bajo para no fallar es un ‘crimen.’” De hecho, el fracaso puede ser nuestro mejor maestro. Es sólo cuando estamos dispuestos a arriesgarnos al fracaso que podemos tener éxito y convertirnos en un verdadero ganador. Recuerden, también, que el fracaso es un evento no una persona. El único fracaso verdadero es el no levantarse y no intentarlo una vez más de als que hemos caído o sido derribados. En el béisbol puede ser tercer abanicada y estás fuera. No así para una vida exitosa, en dónde es:

     ¡Tercera caída y estás dentro!

     Tenemos éxito cuando
     estamos dispuestos a fallar;
     Metemos goles sólo cuando
     estamos dispuestos a que nos derrumben;
     Hacemos cuadrangulares sólo cuando
     estamos dispuestos a abanicar;
     Y sólo ganamos cuando
     estamos dispuestos a arriesgarnos al fracaso.

     Consideren al saltador de obstáculos quien 
     sólo descubre que tan alto puede saltar
     cuando alcanza su punto de falla.
     Consideren, también, a Babe Ruth,
     el año que rompió el record mundial
     por mas cuadrangulares,
     también rompió el record
     por recibir la mayor cantidad de strikes.

     El éxito, a pesar de ser exhilarante,
     no nos enseña cómo ser un ganador.
     De hecho, el fracaso es el más grande maestro
     para ayudarnos a ganar en el juego de la vida.
     Por lo tanto, si desean cuadrangulares,
     párense en el montículo y empiecen a abanicar,
     estén dispuestos a abanicar—y a empezar a ganar.

                        – Dick Innes
                           © Derechos Reservados 2000 Dick Innes

Se sugiere la siguiente oración: “Dios mío, ayúdame a descubrir el propósito y las metas que tienes para mi vida y a seguirlas con todo mi corazón y mis fuerzas—y a nuca darme por vencido—sabiendo que las fallas/caídas son parte de la experiencia del aprendizaje. Ayúdame a recordar, también, con respecto a cualquier metas/propósitos que sea tu voluntad, que con tu ayuda siempre hay una forma de alcanzarlas. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Con gratitud, en el nombre de Jesús, amén.”

1. Filipenses 3:13-14 (NVI).

Nota: Por más poemas de Dick Innes visite http://tinyurl.com/poems-rwi. Solamente en inglés.

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