Fiel en las cosas pequeñas

“Todo lo que te venga a mano para hacer, hazlo según tus fuerzas.”1

Aunque lo que voy a decir no se aplicará en todos los países, pero donde yo vivo, si queremos encontrar trabajo en tiempos difíciles, tenemos que estar dispuestos a trabajar en cualquier trabajo que podamos encontrar. El dar dádivas del gobierno a las personas que son capaces de trabajar pero que no están dispuestas a trabajar en cualquier trabajo disponible, es una irresponsabilidad por parte del gobierno y esto contribuye a la irresponsabilidad y la falta de madurez de estas personas. Madres que continúan teniendo bebés para poder vivir del apoyo del gobierno es otro ejemplo de la parodia de la justicia. Y las personas en la cárcel deberían de tener trabajos y pagar sus propios gastos. Como la Palabra de Dios dice: “El que no quiera trabaja que tampoco coma.”2

Cuando los estudiantes en el extranjero me escriben para pedirme ayuda financiera para ayudarles a venir a Estados Unidos a estudiar, comparto mi experiencia con ellos.

Cuando llegué a los EE.UU. desde Australia para estudiar la obra cristiana, no tenía medios para sostenerme—no tenia ayuda financiera, ni una beca, ni el apoyo familiar, y tampoco ayuda del gobierno. Supervivencia significaba trabajar medio tiempo durante el año escolar y tiempo completo durante los veranos para pagar mis estudios en la universidad.

Tomé cualquier tipo de trabajo que podía conseguir a pesar de tener un título de una universidad técnica y ser comerciante experto. Limpié pisos y paredes, semanalmente limpiaba el hollín negro del carbón de la caldera que calentaba una fábrica entera, me arrastraba de espaldas a través del equipo de la enorme fábrica para poder limpiarlo. En los veranos durante las horas del tráfico pesado en la mañana y la tarde conducía un autobús de pasajeros de la ciudad de Chicago (me perdí en un par de ocasiones), pintaba casas durante el día, y por las noches y los fines de semana trabajaba como conserje en una gran iglesia—¡siete días a la semana!

Ningún trabajo fue muy humilde, pero nunca estuve sin trabajo y pagaba todas mis facturas. Siempre le he agradecido a Dios por proveerme con trabajo. Estoy seguro de que este hecho me entrenó para el trabajo de mi vida tanto como mi educación formal. Yo nunca le pedí a Dios que me diera el dinero … por lo que oré fue para que él me ayudara a encontrar trabajo … y nunca pase hambre.

Por lo tanto, “Todo lo que les venga a mano para hacer, háganlo según sus fuerzas” y en su debido momento “¡cosechará si no desmaya!”

Se sugiere la siguiente oración: “Dios mío, ayúdame por favor a seguir siendo fiel en las cosas pequeñas, ya que son tan importantes como las cosas grandes. Y ayúdame a siempre a trabajar con una actitud positiva y un corazón agradecido. Gracias por escuchar y responder a mi oración. En el nombre de Jesús, amén.”

1. Eclesiastés 9:10 (NVI).
2. 2 Tesalonicenses 3:10 (NLT).

<:))))><

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

You may use these HTML tags and attributes: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <strike> <strong>