Usted puede estar familiarizado con la historia del padre Maximiliano Kolbe, un sacerdote católico que fue encarcelado en un campo de concentración nazi durante la Segunda Guerra Mundial. El amor del Padre Kolbe por los otros presos le valió el apodo del “Santo de Auschwitz.” Un día, un preso se escapó del campamento. Cada vez que alguien escapaba, los guardias ejecutaban diez hombres como un castigo. Mientras los guardias se preparaban para la ejecución, el padre Kolbe se acerco. El pidió tomar el lugar de otro prisionero, un hombre llamado Gajowniczek. Los guardias estuvieron de acuerdo.

El Padre Kolbe y los otros nueve fueron puestos en una celda durande varios dias y murieron de hambre. El Padre Kolbe murió el 14 de agosto de 1941. Cada año, el Sr. Gajowniczek vuelve a Auschwitz para conmemorar la muerte del Padre Kolbe. Es su manera de dar las gracias al hombre que murió en su lugar.²

Se sugiere la siguiente oración: “Querido Dios, ¿cómo podré agradecerte por dar la vida y morir por mi en la cruz para que yo pudiera heredar el regalo de la vida eterna. Ayúdame a vivir siempre con actitud de gratitud por todo lo que has hecho por mí. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Con gratitud, en el nombre de Jesús, Amén.”

NOTA: Si usted nunca ha aceptado el regalo de amor de Dios para usted, asegúrese de leer: “Cómo Estar Seguro que Usted es un Cristiano Verdadero, Sin Tener que Ser Religioso”, en: https://learning.actsweb.org/sp/conocer_a_dios1.php.

1. Juan 15:13 (NVI).
2. De “A Man for Others” por Patricia Treece que esta en God’s Unexpected Blessings, editado por Kathy Collard Miller (Lancaster, PA: Starburst Publishers, 1998), p. 79-80.