“El Espíritu dice claramente que, en los últimos tiempos, algunos abandonarán la fe para seguir a inspiraciones engañosas y doctrinas diabólicas. Tales enseñanzas provienen de embusteros hipócritas, que tienen la conciencia encallecida.”1
En un caso de asesinato en California hace algún tiempo atrás, un caso que duro meses, el hombre siendo acusado parecía tener una conciencia dañada o muerta. La manera en que vivía y usaba a otras personas para sus propios fines, y no mostraba ningún tipo de dolor en cuanto a este caso, ni tampoco ninguna emoción visible cuando fue sentenciado con la pena de muerte, indicaba esto.
Esto nos trae a otro aspecto concerniente a la culpa que necesitamos entender. Cierto, es importante resolver culpa falsa y vergüenza para que no sintamos culpa o vergüenza cuando no tenemos por qué sentirlo. Por otra parte hay algunas personas que no se sienten culpables cuando deberían de – cuando han hecho algo malo.
Algunos que son demasiados orgullosos para admitir cuando han hecho mal y se rehúsan a decir, “Yo estaba mal. Lo siento. Por favor perdóname,” seguido juegan el juego de culpar a otros y proyectan la culpa en alguien más. Estas personas tienen un autoimagen baja y necesitan resolver esto. (En realidad una de nuestras mayores fuerzas es admitir nuestras debilidades y errores. Solo entonces podremos vencerlos. La negación nos atrapa en una telaraña de nuestras propias inseguridades.)
Luego hay aquellos que tienen lo que la Biblia describe como una conciencia encallecida. Lo que ellos y nosotros necesitamos ver es que culpa en la Biblia es un término legal. Es decir, si hemos hecho algo malo y hemos pecado, estamos culpables si lo sentimos o no. Lo mismo es cierto con las leyes de la tierra. La corte no va a juzgar algo en base de si nos sentimos culpables o no. Si quebramos la ley, seremos juzgados en base de lo que hicimos – no en base de nuestros sentimientos o si tenemos la conciencia muerta.
La palabra “conciencia” literalmente significa “con conocimiento”. El término emocional en la Biblia asociado con culpa es la tristeza que proviene de Dios.2 En otras palabras, cuando hemos pecado, la respuesta madura y saludable es admitirlo, sentir tristeza por ello, confesarlo, arrepentirnos de ello, y ser perdonados.
Negando nuestras acciones cuando hemos hecho mal e intencionalmente continuando con estas acciones equivocadas o pecaminosas puede llevarnos a tener la conciencia encallecida. Este es un camino peligroso de seguir.
Oración sugerida: “Querido Dios, por favor dame el valor de admitir cuando he hecho mal y líbrame del pecado de negación para que nunca llegue a tener la conciencia muerta o encallecida. Y gracias que cuando confiese mis males y pecados, me perdonas libremente. Y luego ayúdame a perdonarme a mí mismo. Gracias por escuchar y contestar mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesús, amen.”
1. 1 Timoteo 4:1-2 (NVI).
2. “La tristeza que proviene de Dios produce el arrepentimiento que lleva a la salvación, de la cual no hay que arrepentirse” (2 Corintios 7:10, NVI).
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