Cuando la vida nos da tropiezos

“Que gobierne en sus corazones la paz de Cristo, a la cual fueron llamados en un solo cuerpo. Y sean agradecidos.”1

Una lectora de Encuentros Diarios, que lo tenía todo menos paz en su corazón, nos escribe, “Soy una seguidora de Jesús, pero estoy cansada de estar sola, deprimida y estresada. Quiero ser feliz y disfrutar de la vida, y dejar de sentirme miserable. Tambien quiero ser una mejor madre para mis hijos, y que mi familia se reúna de nuevo.”

Hola Susana (nombre ficticio), desafortunadamente, para los cristianos y aquellos que no lo son, hay ocasiones en las que la vida nos da tropiezos, y necesitamos levantarnos de nuevo y continuar. Cuando tropezamos y nos sentimos miserables, necesitamos comprender las causas de nuestros tropiezos—causas que pueden ser físicas, espirituales, de relaciones y/o emocionales, o una combinación de algunas o todas ellas. Tomemos un vistazo rápido a cada una de estas áreas:

Física. En ocasiones como esta, es benéfico el hacerse un buen examen físico con su médico de cabecera para asegurarse de que no hay nada mal físicamente, o si existe un desequilibrio químico en su cuerpo. Cada uno de ellos puede ser una de las causas de la miseria y la depresión.

Espiritual. También es importante asegurarse que su vida esté bien con Dios y que está viviendo en armonía con su voluntad. Por ejemplo, la culpabilidad sin resolver puede causar estragos con las emociones. Por lo tanto, todos los pecados deber de ser confesos y resueltos para que sepa en su corazón que ha sido perdonado por Dios. Consulte a continuación para obtener más ayuda en esta área.

Relacional. Muy posiblemente, la razón número uno de la infelicidad en la vida es el deterioro de las relaciones. Por lo tanto, siempre que sea posible, es esencial que todas las relaciones con problemas se resuelvan. Lamentablemente, no siempre es posible resolver las relaciones rotas, especialmente cuando la persona involucrada no está interesada en solucionar la relación o ha muerto. Incluso la Biblia reconoce que no siempre es posible vivir en paz con los demas.2  Cuando este es el caso, es imperativo que hagamos todo lo posible por resolver nuestro lado del conflicto y no albergar sentimientos negativos, dolores o rencores. A veces en momentos como estos es necesario buscar asesoría profesional.

Emocional. Por otra parte, si la depresión es desde hace mucho tiempo y la causa no es física, relacional, o espiritual, es aconsejable y si es posible, que vea a un consejero profesional especializado.

Se sugiere la siguiente oración: “Dios mío, cada vez que me siento, miserable, solitario, enfermo o deprimido, por favor, ayúdame a ver la causa real—incluyendo cualquier problemas sin resolver dentro de mí y llévame a la ayuda que necesito para resolver mi problema. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Con gratitud, en el nombre de Jesús, amén.”

Por ayuda adicional:
Por ayuda spiritual asegúrese de leer “Perdón: el poder que sana” en: https://learning.actsweb.org/sp/perdon1.phpy el artículo “Cómo asegurarse de ser un cristiano real en: https://learning.actsweb.org/sp/conocer_a_dios1.php.

1. Colosenses 3:15 (NVI).
2. Romanos 12:18 (NVI), “Si es posible, y mientras dependa de usted, viva en paz con los demás.”

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