“Entonces le remordió a David la conciencia por haber realizado este censo militar, y le dijo al Señor: ‘He cometido un pecado muy grande. He actuado como un necio. Yo te ruego, Señor, que perdones la maldad de tu siervo.’”1
A David le remordió la conciencia porque había desobedecido las instrucciones del SEÑOR. ¿Han notado como algunas personas, sin importar lo que hagan, parecen no tener conciencia, o tienen una conciencia muerta y justifican todas sus acciones? Y también existe la filosofía que dice, “si el hacerlo le hace sentir bien, entonces hágalo.” ¿Y se supone que esto hace que las cosas estén bien? Esto son puras tonterías.
Todo el mundo nace con una conciencia que está programada por la forma en que estamos criados. La palabra con-ciencia significa literalmente con conocimiento. Si crecimos dentro de un hogar/iglesia/religión rígida, legalista y punitiva, lo más probable es que vamos a tener una conciencia rígida, legalista, punitiva. Por otro lado, si crecimos en un ambiente muy liberal, podemos hacer cosas que la palabra de Dios nos enseña que son pecados y no sentir ni un tinte de conciencia.
Como resultado de enseñanza defectuoso, algunas personas se sienten culpables cuando no deben y no se sienten culpables cuando deberían. Por otra parte, las personas que ignoran constantemente la voz de su conciencia pueden terminar anestesiándola o matándola, lo cual es una forma muy peligrosa de vivir. Algunas de estas personas se convierten en psicópatas.
Para tener una conciencia sana, en primer lugar tenemos que desprogramar el legalismo rígido y toda la información y enseñanzas equivocadas que hemos recibido en el pasado, así como nuestra racionalización de las acciones que sabíamos muy bien que estaban equivocadas. A continuación, es necesario reprogramar nuestra conciencia con conocimiento basado en lo que la palabra de Dios nos enseña como algo bueno y malo. Repetición, repetición, con la repetición en nuestra mente de estas verdades y estos principios es cómo reprogramamos nuestra conciencia.
Para reforzar esta programación es imperativo que siempre hagamos lo que sabemos es correcto, independientemente de cómo nos sentimos. Recuerde que una con-ciencia sana es con – conocimiento, no con o acerca de sentimientos.
Se sugiere la siguiente oración: “Dios mío por favor, dame el buen sentido para aprender lo que es correcto de acuerdo con los principios que se encuentran en tu palabra y la ayuda para seguir siempre tus directivas en pensamientos, palabras y acciones. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Con gratitud, en el nombre de Jesús. Amén.”
1. 2 Samuel 24:10 (NVI).
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