En una ocasión el evangelista, Dwight L. Moody, deteniendo un vaso de vidrio vacío, le pregunto a su audiencia: “Díganme, ¿como puedo sacarle el aire a este vaso?” Un hombre dijo, “Sácaselo con una bomba.” Moody respondió, “Eso crearía demasiada succión y rompiera el vidrio.” Después de varias sugerencias imposibles, Moody sonrió, recogió una jarra de agua, y lleno el vaso. “Ahí esta,” dijo Moody, “todo el aire ha sido removido.” Luego continúo enseñando como la victoria en la vida Cristiana no es por medio de sacar un pecado de vez en cuando, sino por medio de ser llenado por el Espíritu Santo de Dios.1
Si vamos a vivir una vida Cristiana exitosa siendo Cristianos genuinos – una que nos empodere a vencer caminos pecaminosos, nos de un sentir de paz interna, y nos empodere a vivir una vida fructífera que glorifique a Dios – es esencial que seamos llenos con el Espíritu Santo de Dios.
De hecho, es la voluntad de Dios que cada Cristiano “sea lleno del Espiritu,”2 la evidencia del cual es P-O-D-E-R. Como Jesús le dijo a sus discípulos, “Pero cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra.”3 Entonces la pregunta es: ¿Cómo podemos ser llenos del Espíritu Santo de Dios? A continuación están cinco pasos claves:
P – Presenta tu vida a Jesucristo
O – Obedece a Dios en cualquier circunstancia
D – Desea ser llenado sinceramente
E – Encomiéndate a Dios y pídele que te llene
R – Recibe el ser llenado por fe
1. Presenta tu vida a Jesucristo. Para ser llenado con y empoderado por el Espíritu Santo para tener una vida fructífera y dinámica, es esencial que presentemos diariamente, entreguemos y confiemos nuestra vida a Jesucristo en una entrega incondicional — en acción y no solo en palabra. La Biblia dice, “Por lo tanto, hermanos, tomando en cuenta la misericordia de Dios, les ruego que cada uno de ustedes, en adoración espiritual, ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta.”4
2. Obedece a Dios en cualquier circunstancia. El segundo paso para poder ser lleno por el Espíritu de Dios es obediencia; es decir, obediencia a cada mandamiento y dirección de Dios que encontramos en su Palabra, la Biblia. Su Palabra dice, “Nosotros somos testigos de estos acontecimientos, y también lo es el Espíritu Santo que Dios ha dado a quienes le obedecen.”5
Necesitamos reconocer que, como las leyes de la tierra, todas las leyes de Dios son para nuestro beneficio, protección, y bienestar. No son para mantenernos ligados a un legalismo rígido. Así que es imperativo escudriñar las Escrituras diariamente para aprender que es esencial para vivir en armonía con todo lo que enseña la palabra de Dios.
También reconoce que la desobediencia a las leyes de Dios es pecado y esto entristece al Espíritu Santo, y quiebra la comunión y compañerismo con Dios.6 Así que todo pecado necesita ser confesado y necesitamos recibir perdón de Dios, lo cual Dios siempre da a aquellos quienes confiesan sus pecados a él.7 Si acaso llegas a caer, levántate inmediatamente, confiesa, pídele perdón a Dios, y sigue adelante.8
3. Desea ser llenado sinceramente. Jesús dijo, “Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia,
porque serán saciados. “9 Este principio también aplica a ser llenado con el Espíritu Santo de Dios. Como también dijo Jesús, “¡Si alguno tiene sed, que venga a mí y beba! De aquel que cree en mí, como dice la Escritura, brotarán ríos de agua viva. Con esto se refería al Espíritu que habrían de recibir más tarde los que creyeran en él.”10
Y como Jesús le dijo al cojo que estaba acostado junto a la Piscina de Bethesda quien había estado invalido por treinta-ocho años, “¿Quieres quedar sano?”11 Así también nosotros necesitamos querer ser llenos con el Espíritu de Dios con todo nuestro corazón y estar dispuestos a alcanzar los requisitos que Dios dice que son necesarios para poder ser lleno del Espíritu de Dios.
Se continuara…
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