“Sobre todo, ámense los unos a los otros profundamente, porque el amor cubre multitud de pecados. Practiquen la hospitalidad entre ustedes sin quejarse. Cada uno ponga al servicio de los demás el don que haya recibido, administrando fielmente la gracia de Dios en sus diversas formas.”1
En su libro, Open Heart, Open Home (Corazón Abierto, Casa Abierta), la autora Karen Mains “distingue entre hospitalidad y entretenimiento. Entretenimiento dice, ‘Yo quiero impresionarte con mi casa, mis decoraciones ingeniosas, y con la manera que cocino.’ Hospitalidad, la cual busca ministrar, dice, ‘Esta casa es un regalo de mi Maestro. La uso como el desea.’ La hospitalidad busca servir.
“Entretenimiento pone las cosas antes de la personas. ‘En cuanto termine la casa, decore la sala, y termine de limpiar—entonces empezare a invitar a personas.’ Hospitalidad pone a las personas primero. ‘No hay muebles—¡comeremos en el piso! Quizás nunca termine de decorar—pero ven de todos modos. La casa es un desastre—pero son amigos—ven a casa con nosotros.’”2
La frontera Mexicana queda algo cercas de donde vivimos mi esposa, Joy, y yo, entonces muchas de las calles y los lugares en nuestro pueblo tienen nombres en español. Así que Joy y yo hemos nombrado nuestra casa: “Casa de Bendición”. Nuestra oración constante es que Dios use nuestra casa para ser de bendición “y de hospitalidad” a todos los que entren, y que él nos use para ser como Jesús para ellos. Que Dios use tu hogar para ser una casa de bendición y hospitalidad también.
Oración sugerida: “Querido Dios, gracias por el hogar que nos has dado especialmente cuando hay tantas personas que no tienen un hogar. Dedicamos nuestra casa y nuestras vidas a ti. Por favor haz de nuestro hogar una casa de bendición y hospitalidad verdadera, y úsanos para ser como Jesús para todo aquel que entre en ella. Gracias por escuchar y contestar mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesús, amen.”
1. 1 Pedro 4:8-10 (NVI).
2. Citado en www.eSermons.com.
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