“Entonces ya no seremos inmaduros como los niños. No seremos arrastrados de un lado a otro ni empujados por cualquier corriente de nuevas enseñanzas. No nos dejaremos llevar por personas que intenten engañarnos con mentiras tan hábiles que parezcan la verdad. En cambio, hablaremos la verdad con amor y así creceremos en todo sentido hasta parecernos más y más a Cristo, quien es la cabeza de su cuerpo, que es la iglesia.”1
Em Griffin en The Mindchangers dijo, “Algunas de las investigaciones tempranas sobre el perjuicio enseña que somos capases de reordenar nuestras percepciones del mundo a nuestro alrededor por tal de mantener nuestra convicción de que tenemos la razón.”
“Un grupo de residentes blancos de clase media en Nueva York fueron dados una foto de personas en el metro. Dos hombres estaban en el primer plano. Uno era blanco y uno era negro. Uno estaba vestido en un traje de negocios; uno estaba vestido en overoles de trabajo. Uno le estaba dando su dinero al otro quien lo amenazaba con un cuchillo.
“De hecho era el hombre negro quien estaba vestido en el traje de negocio, y era él quien estaba siendo robado por el trabajador blanco. Pero una foto tal como esta no estaba de acuerdo con los prejuicios de los que la veían. Para ellos, los hombres blancos eran ejecutivos; los hombres negros eran obreros. Los hombres negros eran los ladrones, y los blancos las víctimas. Entonces reportaron lo que la mente les dijo que vieron—que un obrero negro estaba robando a un empresario blanco.
“Como humanos quienes desesperadamente deseamos que nuestras vidas sean consistentes y sin problema alguno, haremos todo lo posible para rechazar un mensaje que implica que estamos equivocados.”2
Como he dicho antes, entre mas deshonestos seamos con nuestra persona interior, lo más que distorsionamos toda verdad—incluyendo la Verdad/Palabra de Dios—para hacer que esté de acuerdo con nuestra percepción equivocada de la realidad en un intento vano de justificar cada pensamiento, percepción, y acción y al mismo tiempo estar negando nuestra realidad y motivos reales.
Oración sugerida: “Querido Dios, por favor ayúdame a ser honesto conmigo mismo, contigo, y con otros, y nunca cambiar la verdad para justificar lo que he hecho o lo que quiera hacer. Dame un corazón puro y ayúdame a siempre ser honesto y real en cuanto a mis motivos. Gracias por escuchar y contestar mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesús, amen.”
1. Efesios 4:14-15 (NTV).
2. Em Griffin, The Mindchangers, Tyndale House, 1976, pp. 48-9
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