Confesando el Pecado Equivocado

“Los labios sinceros permanecen para siempre, pero la lengua mentirosa dura sólo un instante.”1

Años atrás, recuerdo haber leído una declaración profunda que hizo Cecil Osborne. Él dijo, “Cuando estamos escondiendo una falla o un pecado mas profundo, tenemos la tendencia de confesar un pecado menor mas vigorosamente.”

Por ejemplo, un viejo amigo había estado tratando de vencer su hábito de fumar por veinte años sin tener éxito. Y por todos estos años la gente en su iglesia lo había estado juzgando. También había confesado su problema sin fin y había orado para ser librado, pero no importada que hiciera, simplemente no podía ganarle al hábito.

Cuando compartió su batalla conmigo simplemente le pregunte, “¿Porque necesitas fumar?”

El me miro con la mirado en blanco como diciendo, “¿Estas loco, de que estas hablando? Yo no necesito este problema.”

Entonces susurro unas palabras incoherentes, se dio la vuelta y se fue. ¡Se murió unos años después de cáncer!

El hecho que mi amigo fumaba no era el problema real. Era el fruto de una raíz mas profunda. Estaba confesando el pecado equivocado. Es cierto que su adición al tabaco era un problema que necesitaba ser resuelto, pero era el síntoma de un problema mas profundo que, parecía que no lo quería ver, confrontar, y resolver.

Lo mismo es cierto de todas adiciones y muchas de nuestras acciones negativas y pecaminosas. Necesitamos ser honestos con nosotros mismos sin piedad, y con por lo menos una persona segura que no nos juzgara ni nos desanimara, y con Dios. Y necesitamos admitir y confesar no solo los síntomas, pero también las causas atrás de ellas. Posiblemente necesitemos pedirle a Dios que nos de el valor para enfrentar estas causas y guiarnos a la ayuda, apoyo, y recuperación que necesitamos para poder vencer. Esta es la clase de oración que Dios escucha y contesta.

Como dice su Palabra, la Biblia, “El Señor está cerca de quienes lo invocan, de quienes lo invocan en verdad.”2

Oración sugerida: “Querido Dios, por favor dame el valor para enfrentar, ver, y resolver cualquier y todo síntoma en mi vida—Ya sea que sean de comportamiento, físicos, emocionales, o espirituales. Ayúdame a encontrar un amigo seguro en quien puedo confiar para confesarle estas cosas. Y guíame a la ayuda que necesito para vencer. Gracias por escuchar y contestar mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesús, amen.”

1. Proverbios 12:19 (NVI).
2. Salmos 145:18 (NVI).

<:))))><

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

You may use these HTML tags and attributes: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <strike> <strong>