“Éste es el mensaje que hemos oído de él y que les anunciamos: Dios es luz y en él no hay ninguna oscuridad. Si afirmamos que tenemos comunión con él, pero vivimos en la oscuridad, mentimos y no ponemos en práctica la verdad. Pero si vivimos en la luz, así como él está en la luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de su Hijo Jesucristo nos limpia de todo pecado.”1
Tal vez ustedes recuerden que hace varios años Mel Gibson fue criticado duramente por su película, La Pasión de Cristo. Muchas de las críticas al parecer fueron hechas por personas que ni siquiera había visto la película. Pero ese no es mi punto. ¿Qué pasa si Mel Gibson, o cualquier otro actor para el caso, estuviese haciendo una película que glorificará la homosexualidad y / o el matrimonio homosexual, o la promoción del uso liberal y legal de la marihuana? Lo más probable es que muchos de estos mismos críticos alabarían la película por ser convincente.
Uno no puede dejar de preguntarse si el acelerado declive moral en los EE.UU. no se inició “en 1947, cuando la Corte Suprema se pronunció sobre la “separación de Iglesia y Estado,” abriendo la puerta para Madalyn Murray O’Hair y su demanda de 1962 que, literalmente, sacó a Dios fuera de nuestras escuelas. Además, en 1973, la Corte Suprema falló a favor de legalizar el aborto, y desde ese momento unos 50 millones de bebés han sido asesinados.”2
Incluso hoy en día muchas iglesias han bajado significativamente sus estándares sobre la moral bíblica. No hace mucho tiempo, un obispo abiertamente homosexual fue designado a la Iglesia Anglicana. ¿Significa esto también que un obispo soltero podrá ser aceptado y asignado si él practicará la fornicación abiertamente? Más recientemente, la Iglesia Presbiteriana (EE.UU.) bajó su nivel, abriendo así la puerta para permitir que los homosexuales sean ordenados como pastores.
¿Uno no puede dejar de preguntarse en qué medida nos hemos alejado de la luz como sociedad y en qué medida estamos ahora caminando en la oscuridad?
Hace años el ex presidente, Dwight D. Eisenhower, hizo la misma pregunta: “En el acelerado suceso de los grandes acontecimientos, nos encontramos tratando a tientas de conocer el pleno sentido y el significado de estos tiempos en que vivimos. En nuestra búsqueda de comprensión, buscamos la orientación de Dios. Recurrimos a todos nuestros conocimientos del pasado y exploramos todas las señales del futuro. Aportamos todo nuestro ingenio y toda nuestra voluntad para efectuar la siguiente pregunta: ¿Hasta dónde hemos llegado en el largo peregrinar del hombre de la oscuridad hacia la luz? ¿Estamos llegando a la luz—al día de libertad y de paz para toda la humanidad? ¿O están las sombras de la noche cerrándose sobre nosotros?”
También recuerdo las palabras del presidente Ronald Reagan quien dijo: “Si alguna vez olvidamos que somos una nación bajo Dios, entonces seremos un país que se está hundiendo.”
Con la ayuda de Dios vamos a asegurarnos de que ustedes y yo caminamos en la luz-la luz, como se nos ha revelado en la Palabra de Dios, la Biblia.
Se sugiere la siguiente oración: “Dios mío, por favor ayúdanos, como nación, para ver la insensatez de nuestros caminos cuando nos alejamos de la luz de tu Palabra y andamos en tinieblas. En tu misericordia, por favor envía un gran despertar espiritual a nuestro país… y permite que inicie en mí. Gracias por escuchar y responder a mi oración. En el nombre de Jesús, amén.”
1. 1 Juan 1:5-7 (NVI).
2. Jerry Beavan, en American News Commentary, 8 de junio de 2011.
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