Viviendo con un alcohólico

“Cuando falta el consejo, fracasan los planes; cuando abunda el consejo, prosperan.”1

Una lectora de Encuentros Diarios escribe: “Estoy pasando por un momento muy difícil y necesito ayuda. Estoy constantemente enojada  y no sé cómo hacer para cambiar a la forma que debería ser. Mi marido es un alcohólico abusivo y se mantiene provocándome verbalmente hasta que me enfada y luego usa mi ira contra mí. ¿Qué debo hacer? Ayúdenme por favor.”

Querida Jennifer (nombre cambiado). Lamentablemente no puede cambiar a su marido. Si usted lo intenta, esto lo enojará más y será más abusivo. La realidad es que a los únicos que podemos cambiar es a nosotros mismos y cuando cambiamos, los que nos rodean se ven obligados a cambiar en su relación con nosotros. Esto no siempre es lo mejor, ya que muchas personas no quieren que cambiemos y pueden ser muy desagradables con nosotros si lo hacemos. Sin embargo, nada cambia si no hay un cambio. Maridos como el suyo se niegan a tomar responsabilidad por sus acciones y necesitan de alguien a quien culpar por su ira, así que, por su propio bien, usted es quien tiene que cambiar. Si usted no cambia lo que está contribuyendo, se convierte en parte de la enfermedad de la familia.

No será fácil, pero lo que hay que hacer es ejercer el amor duro/firme. Dejarle muy claro a su marido que ya no tolerará la forma en que le trata y si lo sigue haciendo, usted tendrá que distanciarse o separarse de él hasta que se meta en un programa de recuperación, supere su adicción al alcohol, y le trate con amor y respeto todo el tiempo. Así que mientras no se le puede cambiar, con ayuda, usted puede cambiar. Para su supervivencia, es imperativo que lo haga.

También es necesario darse cuenta de la razón por la que se sintió atraída por este tipo de hombre en el primer lugar. Lo más probable es que usted es una co-dependiente y, como tales, error, para el amor. En otras palabras, usted necesita sentirse necesaria para poder sentirse amada. Le insto a que pida a Dios que le enfrente con la verdad sobre sí misma, sin importar lo mucho que pueda doler y le guíe hacia la ayuda que necesita para superar su problema. Esto es difícil. Lo sé. Sin embargo, mientras usted continúe culpando a su marido por sus problemas y no mire lo que usted está contribuyendo, nunca encontrará la paz, el amor o la alegría. Y como el realizar estos cambios por sí mismo es casi imposible, le insto a buscar ayuda y asesoría y a unirse a un grupo Al-Anon de doce pasos, un grupo para las esposas de los alcohólicos. Usted podrá encontrar información sobre estos grupos al contactar a Al-Anon y a  Alateen en el sitio del Internet http://www.al-anon.org/spanish/.

Y, sobre todo, pídale a Dios todos los días que le ayude a ser “como Jesús” no sólo con su marido, sino también con usted misma. Y recuerde, Jesús usó el amor duro/firme para expulsar a los vendedores del templo cuando ellos estaban abusando de este. Para ser como Jesús todos debemos ejercitar el amor dura cuando sea necesario. Ser firmes en el amor es lo más amoroso que puede hacer por su marido, y por sí misma.

Se sugiere la siguiente oración: “Dios mío, dame el coraje de ver exactamente lo que estoy contribuyendo en todos mis problemas y conflictos, y luego guíame hacia la ayuda que necesito para cambiar Gracias por escuchar y responder a mi oración. De todo corazón en el nombre de Jesús, Amén.”

1. Proverbios 15:22 (NVI).

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