“No dejemos de congregarnos, como acostumbran hacerlo algunos. En cambio, vamos a animarnos unos a otros con palabras de esperanza. Hagámoslo tanto más, cuando vemos que aquel día vendrá cuando Cristo volverá.” 1
Un estudio realizado hace algún tiempo por el sociólogo Steven Nock de la Universidad de Virginia mostró que las parejas que asisten a la iglesia con regularidad tienen un 42 por ciento más probabilidades de estar casados por primera vez, y aquellos dentro de la iglesia que están fuertemente comprometidos con sus creencias tienen un 23 por ciento más de probabilidades de tener un matrimonio “muy feliz” que aquellas parejas que no van a la iglesia.
Además, según un informe elaborado por Warren Mueller, en los hogares donde ambos padres asisten a la iglesia regularmente, el 72 por ciento de sus hijos permaneciesen en la fe. Donde sólo el padre asiste, ese porcentaje cae a 55 por ciento, pero cuando sólo la madre asiste, únicamente un 15 por ciento de los niños se mantienen involucrados en la iglesia.
Entonces la gente que tienen matrimonios felices y familias fuertes son aquellos que están comprometidos a hacer que sus familias tengan fortaleza. Ellos trabajan duro en la comunicación efectiva. Ellos pasan más tiempo juntos. Se expresan amor y aprecio. Aceptan las crisis como algo normal y saben cómo trabajar a través de ellas, y sobre todo tienen confianza en Dios y aplicar su fe a la vida cotidiana.
¿Necesito decir más? *
Se sugiere la siguiente oración: “Dios mío, por favor ayúdame a siempre ponerte primero en mi vida y vivir en armonía con tu voluntad y lo que tu Palabra enseña para así (ya sea que este casado o soltero) tener una vida productiva y satisfactoria con la familia / las amistades. Gracias por escuchar y responder a mi oración. En el nombre de Jesús, amén.”
1. Hebreos 10:25 (NVI).
* Adaptado del artículo: “¡Lo qué una buena iglesia puede hacer por usted!” en https://learning.actsweb.org/articles/article.php?i=117&d=1&c=10&p=1 (solamente en Inglés).
<:))))><