En un día de diciembre en 1903, en Kitty Hawk, Carolina del Norte, Orville y Wilbur Wright, después de numerosos fracasos para volar un aparato más pesado que el aire lograron realizar una historia increíble. Se logró algo que nadie había hecho antes. Entusiasmados, enviaron un telegrama a su hermana Katherine: “Hemos logrado volar 852 pies. Estaremos en casa para Navidad.”

Rebosante de alegría, Katherine corrió a la prensa local y puso el telegrama-la mayor noticia del nuevo siglo-en manos del editor. Después de leerlo él sonrió y dijo: “¡Bien, bien! ¡Qué bueno que los chicos estarán en casa para Navidad.”

Me pregunto cuántas veces pasamos por alto el momento en que Dios está haciendo un trabajo entre nosotros. Los religiosos del tiempo de Cristo, que en realidad estaban anticipando su llegada como su Mesías no le reconoció e irónicamente le crucificaron, porque él no vino y no funcionó de la manera que ellos esperaban.

Y lo trágico es que mucha gente hoy en día también se está perdiendo el punto central de la Navidad. El punto es que en el nacimiento de la Navidad, Jesucristo, Hijo del Dios viviente, se vistió a sí mismo en una prenda exterior de carne humana, salió de los “palacios de marfil de los cielos” para identificarse con la humanidad perdida y vino al mundo para morir en una cruz cruel romano para pagar el castigo por sus pecados y los míos para que pudiéramos libremente ser perdonados por Dios por todos nuestros pecados y recibir el don divino de la vida eterna.

No hay mayor tragedia en toda la vida que perder la oportunidad del regalo de Dios del perdón y la vida eterna.

Haga lo que haga, no se pierda el significado y el propósito de la Navidad. Asegúrese de aceptar el regalo de Dios del perdón y la vida eterna hoy mismo. Si necesita ayuda lea el artículo, “Cómo estar seguro de ser un verdadero cristiano” en línea en: https://learning.actsweb.org/sp/conocer_a_dios1.php

Se sugiere la siguiente oración: “Dios mío, por favor, ayúdame a entender el verdadero significado y propósito de la Navidad y a estar seguro de que he sido perdonado y he recibido tu regalo de vida eterna y por lo tanto saber que sé lo que sé y que soy un verdadero cristiano y seguidor de Jesucristo. Gracias por escuchar y responder a mi oración. En el nombre de Jesús, amén.”

1. Jesús en Lucas 07:32 (NVI).