“El Señor está cerca de todos los que le invocan, a todos los que le invocan de verdad.”1
Una canción popular en los años 60 o 70 por Burt Bacharach fue: “Lo que el mundo necesita ahora es amor, dulce amor / Es de lo único que hay muy poco / Lo que el mundo necesita ahora es amor, dulce amor / No, no sólo para algunos sino para todos.”
Sólo los amargados y desilusionados por el fracaso en el amor no estaría de acuerdo con esas palabras. Hemos sido creados para la relación amorosa, sin ella cojearíamos en las sombras de la vida luchando contra una existencia solitaria. Y aun viviendo con otras personas hay quienes viven juntos pero solos, apartándose y muriendo un poco cada día.
No puede ser lo más deseable, pero podemos vivir sin las relaciones románticas, pero no podemos vivir sanamente, ni podemos llenar nuestra necesidad de amor sin estar en por lo menos una relación sana—y espero—sean varias relaciones sanas.
Por otra parte, sólo podemos amar y ser amado en la medida en que se nos conoce. Mientras que me esconda detrás de una máscara falsa, no importa cuán tan atractiva y simpática la máscara pueda ser, nunca me sentiré amado, porque mi máscara no soy yo. Esa es la persona que estoy fingiendo ser. Sólo las personas reales encontrarán el verdadero amor. Es más, sólo las personas reales pueden experimentar una verdadera relación con Dios. Yo simplemente no puede sentirme cerca de Dios o cualquier otra persona, siempre y cuando me esconda detrás de una máscara falsa.
Por otra parte, como Sydney Jourard escribió hace algunos años en su libro, El Ser transparente, “Toda persona inadaptada es alguien que no ha dado a conocer a otro ser humano y, en consecuencia, no se conoce a sí mismo. Tampoco puede ser él mismo. Más que eso, se esfuerza activamente para evitar ser conocido por otro ser humano. Trabaja en esto sin descanso de día y de noche. ¡Y funciona!”
Así que para estar sano físicamente, emocionalmente y espiritualmente, y para encontrar relaciones sanas, necesitamos salir de nuestro escondite y ser reales.
Entonces, ¿cómo hacemos esto?
Continuará…
Se sugiere la siguiente oración: “Dios mío, por favor ayúdame a ser honesto y verdadero conmigo mismo y contigo para que pueda conocer y experimentar el sentirme cerca de ti y aprender a encontrar y experimentar las relaciones de amor. Gracias por escuchar y responder a mis oraciones. Con agradecimiento en el nombre de Jesús, Amén.”
1. Salmo 145:18 (NVI).
<:))))><