“Todos deben someterse a las autoridades públicas, pues no hay autoridad que Dios no haya dispuesto, así que las que existen fueron establecidas por él.”1
Para ser políticamente correcto muchos dirían que los cristianos deben mantenerse fuera de la arena política. Pero piensen en William Wilberforce (1759-1833), el político británico que se convirtió en el líder del movimiento para abolir la inhumana trata de esclavos. Su vida es un ejemplo de un activismo político cristiano por excelencia.
Sin embargo, cuando inicialmente se convirtió en un cristiano comprometido, pensó seriamente en retirarse del parlamento, pero John Newton (un antiguo comerciante de esclavos a sí mismo) y autor de uno de los mejores himnos más conocidos del mundo, “Amazing Grace,” convenció a Wilberforce a permanecer en el parlamento, ya que Dios lo había colocado allí para un propósito útil. Resultó que como político Wilberforce tuvo una influencia mucho mayor sobre los males sociales de su época, e hizo campaña con fervor durante décadas para ayudar, con otros líderes cristianos, a poner fin a la trata de esclavos. Ya se encontraba en su lecho de muerte cuando recibió la noticia de su éxito para poner fin a la trata de esclavos.
Wilberforce dijo: “Dios Todopoderoso ha puesto delante de mí dos grandes objetivos, la supresión de la trata de esclavos y la reforma de las costumbres.”
Este hombre comprometió su vida entera a esta tarea…y ayudó en gran medida a cambiar una gran parte del mundo. ¡Ojala tuviéramos parlamentarios reformadores como él hoy en día! Hay una desesperada necesidad por este tipo de personas. Además, usted y yo tal vez nunca podremos convertirnos en otro Wilberforce, pero con la ayuda de Dios cada uno de nosotros puede tener un impacto duradero y eterno en el mundo en que vivimos y circulamos. ¿USTED se ofrecería voluntariamente para ser una de esas personas? Recuerden, los cristianos somos llamados por Cristo para ser la sal (el efecto purificador) de la tierra.2
Se sugiere la siguiente oración: “Dios mío, por favor ayúdame en cualquier papel en que mi vida este invertida para que participe activamente en ser ‘la sal de la tierra,’ y así ayudar de una manera positiva a ser un efecto purificador en todas las áreas de la vida aquí en la tierra. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Con agradecimiento en el nombre de Jesús, Amén.”
1. Romanos 13:1 (NVI).
2. Mateo 5:13.
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