En los últimos días, mi esposa Joy y yo nos hemos enfrentado a tiempos difíciles. Por ejemplo, un muy buen amigo, aún en la plenitud de la vida, perdió su batalla contra el cáncer el año pasado. No mucho tiempo después quedamos impactados al enterarnos que Joy (mi esposa) tenía cáncer de mama. Afortunadamente, después de una cirugía mayor, se ha curado, y los médicos han confirmado que está libre de cáncer. El punto que estoy haciendo, sin embargo, es este: “¿Cómo manejar situaciones como estas la gente sin fe en Dios y que no está en paz con él?” En algún momento en la vida todos tenemos que lidiar con las crisis de una forma u otra. Y para cada uno de nosotros llegará un momento en que tenemos que enfrentarnos a nuestra propia inmortalidad.

Imagínese, si se quiere, que está al final de su vida y se enfrentan a una muerte inminente y está a punto de cruzar la gran división—de la que no hay ninguna posibilidad de retornar—a sabiendas de que usted nunca ha hecho las paces con Dios y está a punto de enfrentarse a él. A medida que Dios ha dicho: “está establecido para los hombres que mueran una vez, pero después de esto el juicio.”²

Esto sería absolutamente trágico y totalmente innecesaria, porque la vida nunca se tiene que terminar de esta manera si usted ha hecho las paces con Dios en el aquí y ahora. Entonces, ¿cómo puede uno hacer esto?

En primer lugar, reconocer el hecho de que ante los ojos de Dios son pecadores y no han llegado a su nivel de santidad, sin la cual no puede entrar en el cielo de Dios, ni sobrevivir en presencia de su santidad infinita. La Palabra de Dios afirma que “todos pecaron y están destituidos de la gloria [estándar] de Dios.”³

En segundo lugar, reconocer el hecho de que Jesucristo es el Hijo de Dios, y que dejó los “palacios de marfil de los cielos”⁴ para venir a la tierra como un hombre a identificarse con la humanidad pecadora y morir en su lugar en la cruel cruz romana para pagar el justo castigo por todos sus pecados. Como dice la Biblia, “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.”⁵

En tercer lugar, reconocer el hecho de que Jesucristo es el único camino al cielo de Dios. Cuando Tomás, un discípulo de Jesús, preguntó sobre el camino al cielo, Jesús le respondió: “Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie viene al Padre [Dios], sino por mí.”⁶ La palabra de Dios también dice: “Porque por gracia son salvos por medio de la fe, y esto no por ustedes mismos, pues es don de Dios, no por obras, para que nadie se gloríe.”⁷ De haber habido otra manera para entrar al cielo de Dios, Jesucristo no habría tenido que venir a la tierra vestido con una túnica de carne humana para morir en nuestro lugar y pagar el justo castigo por nuestros pecados.

En cuarto lugar, ofrezcan a Dios la siguiente oración de confesión, fe y arrepentimiento. Realmente siga estos sencillos pasos y ustedes harán y encontraran la paz con Dios.

Se sugiere la siguiente oración: “Dios mío, sé propicio conmigo un pecador y perdona todos mis pecados, yo creo que Jesucristo es tu Hijo, y que murió en mi lugar, para salvarme de las consecuencias de mi pecado, que es la muerte eterna y la separación de ti para siempre. Y Jesucristo, por favor, ven a mi corazón y mi vida como mi Señor y Salvador personal. Dios te doy las gracias por dar a tu Hijo para que muriera por mí; y gracias a Jesús por morir en mi lugar para pagar el castigo justo por todos mis pecados y gracias Dios por tu perdón, el don de la vida eterna, y el don de encontrar y hacer la paz contigo. Con tu ayuda, me arrepiento de (me alejo) una vida de pecado para confiar, obedecer, y servirte. Ayúdame Dios. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Con gratitud en el nombre de Jesús, Amén.”

Si oró esta oración con sinceridad, o le gustaría volver a comprometer su vida a Jesucristo, por favor háganoslo saber y estaremos encantados de enviarle, sin costo, otros artículos para ayudarle en su vida cristiana. Esto se puede hacer en línea en: https://learning.actsweb.org/sp/decision_sp.php

Para obtener ayuda adicional, asegúrese de recibir su “pasaporte al cielo,” vaya a: https://learning.actsweb.org/sp/pasaporte.php – haga lo que haga, no deje la tierra sin el. No tiene costo alguno.

1. Romanos 5:1 (NKJV).
2. Hebreos 9:27 (NKJV).
3. Romanos 3:23 (NIV).
4. Salmos 45:8 (NKJV).
5. Romanos 5:8 (NIV).
6. Juan 14:6 (NIV).
7. Efesios 2:8-9 (NIV).