Se ha dicho que si su postura es por algo que vale la pena, tendrá algunas personas de su lado y algunos en contra suya. Si no existe una postura, no tendrá a nadie en contra suya, pero ninguna de las dos tendrá a alguien de su lado.

En la sociedad actual existe una enorme presión para ser políticamente correcto y de mente abierta. Es decir, aceptar cada creencia excepto por el cristianismo—y por lo que representan los cristianos. El estar de acuerdo con esto significa ser identificado como intolerante, rígido y fanático.

Algo de lo que muchos no se dan cuenta es que si no tienen una postura, aceptarán cualquier cosa. O como lo dice E. Stanley Jones, “la diferencia entre un pantano y un río es que un río cuenta con bancos y un pantano no los tiene—sólo se desparrama sobre todo. Algunas personas son ríos: ellos saben a dónde quieren ir, y se limitan a los bancos que les conducen a ese objetivo. Pero algunas personas son pantanos: ellos se extienden sobre todo; sus mentes están tan abiertos que no pueden retener una convicción.”

Prefiero ser un “río de Dios” y saber cuál es mi posición y a donde voy y ser calificado como un mezquino a ser un pantano donde “todo se vale” y estar políticamente correcto y ser popular con la multitud.

Se sugiere la siguiente oración: “Dios mío, ayúdame a vivir siempre para complacerte y no a la multitud. Dame el valor/coraje para tomar una postura por lo que tú enseñas como moral y correcto y estar en contra de lo que tú condenas. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Con gratitud, en el nombre de Jesús. Amén.”

1. Santiago 1:8