“Porque es necesario que todos comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba lo que le corresponda, según lo bueno o malo que haya hecho mientras vivió en el cuerpo.”1
El domingo es el día del Súper Tazón del fútbol americano en los Estados Unidos y, por lo menos hace un par de años atrás, la gente de los medios de comunicación afirmó que sería televisado a 186 países en 18 idiomas. Por lo tanto, el domingo millones de personas en todo el mundo se pegará a su televisión viendo un montón de hombres fornidos tirar una pelota de cuero llena de aire, atraparla y correr con ella—y al hacerlo aventarse los unos a los otros—¡y recibir un increíble pago de mega-dólares por hacerlo!
Aparentemente los acontecimientos deportivos más importantes no son sólo un peligro para la salud de los jugadores, sino también para los espectadores. Una edición de la Revista Médica Británica informó que en el día de junio de 1996, cuando el equipo holandés fue eliminado del Campeonato Europeo de fútbol, hubo un aumento de 50% en ataques al corazón de los hombres, no de las mujeres. Dijeron que probablemente fueron causados, no sólo por el estrés emocional de los gritos y la algarabía cuando su equipo está ganando o perdiendo, pero al mismo tiempo por el consumo excesivo de alcohol y alimentos grasos.
Las fiestas del Súper Tazón con los amigos pueden ser muy divertidas, pero lo que no puedo sacar de mi mente son las cosas que más valoramos en la sociedad actual. ¡Los deportes para millones de personas son casi una religión! De hecho, según Wikipedia, “el Súper Tazón es el segundo día más grande del consumo de alimentos de U.S., después del día de acción de gracias. Por lo general el Súper Tazón es la emisión de televisión más vista por los estadounidenses; el Súper Tazón XLIV de febrero de 2010, se convirtió en el programa de televisión más visto en la historia, atrayendo una audiencia promedio de 106.5 millones de televidentes.”2
Como lo declaró Chuck Colson, “de vez en cuando, los eventos se alinean de una manera que nos permite ver las cosas como realmente lo son. [Un] ejemplo fueron las muertes de la Princesa Diana y la madre Teresa a una semana de diferencia. La yuxtaposición de la exageración y la histeria sobre la princesa Diana y la respuesta sordina a la muerte de la madre Teresa nos dio un vistazo a cuán superficial y vacía nuestra cultura es verdaderamente.”3
No estoy en contra de los deportes—excepto por algunas de las escalas de remuneración “obscenas”—en algunos deportes profesionales, que muestra una vez más, donde están los valores de hoy (al menos en el Occidente). Siento pena por los maestros de escuela y aquellos que están haciendo un impacto en nuestra sociedad porque que no se les más reconocimiento y valoración.
Habiendo dicho esto, para los cristianos nuestros valores no están aquí en la tierra (ojalá) pero en el cielo donde Dios mantiene los libros y ofrece recompensas—¡recompensas que son eternas! No seremos juzgados por nuestros pecados porque Cristo aceptó dicha sentencia en la Cruz, pero seremos juzgados y recompensados de acuerdo a nuestra fidelidad en nuestro amor y servicio a Dios.
¡Si tan sólo los cristianos fuéramos tan entusiastas para llegar a tantas personas alrededor del mundo con el Evangelio como se logrará con el fútbol este domingo!
Se sugiere la siguiente oración: “Dios mío, es tan fácil para algunos de nosotros, incluyéndome a mí, el ser atrapados en los valores de este mundo. Ayúdame a recordar siempre que esta vida es temporal y a vivir con los valores eternos en mente. Con gratitud, en el nombre de Jesús. Amén.”
Nota: por mas ayuda asegúrense de leer el artículo, “Como saber que es Cristiano autentico” en: https://learning.actsweb.org/sp/conocer_a_dios1.php.
1. 2 Corintios 5:10 (NVI).
2. Wikipedia http://en.wikipedia.org/wiki/Super_Bowl.
3. BreakPoint, Chuck Colson. Derechos Reservados (c) 2001 por el Ministerio a las prisiones. Reimprimido con permiso. BreakPoint con Chuck Colson es un ministerio radiofónico de Ministerio a las prisiones.
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