“Pero él me dijo: ‘Te basta con mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad.’ Por lo tanto, gustosamente haré más bien alarde de mis debilidades, para que permanezca sobre mí el poder de Cristo.”1
El primero de Diciembre, o cualquier otro día del año, pudo haber sido el último día de su divorcio, el día en que fue rechazado, el día que perdió su trabajo, o el día en que fallo en un examen importante, pero el 2 de Diciembre fue el primer día del resto de su vida. Fue un día de nuevos comienzos. Por lo tanto, si usted ha sufrido una gran pérdida o retroceso, y no ha terminado de lamentarse, asegúrese de hacerlo ahora. Puede que no sea fácil, y tomará tiempo, pero es tremendamente importante que usted enfrente, acepte y resuelva su dolor, que aprenda a levantarse incluso si tiene que remar contra la corriente. Las siguientes sugerencias le ayudarán a hacerlo de manera efectiva:
Desarrolla la actitud correcta. La actitud es lo que hace la diferencia entre una experiencia dolorosa se convierta en un fracaso o un éxito. Usted puede dejar que la pérdida lo deje con miedo a salir adelante de nuevo por temor a ser herido, o puede determinar que su fracaso será su profesor. Como dijo William James, “El mayor descubrimiento de mi generación es que un ser humano puede alterar su vida alterando su actitud.”
Utilice sus fracasos y pérdidas para enriquecer su vida. Es cierto que todos en algún momento necesitamos de algunas experiencias para animarnos, pero no crecemos a través de estas. Es en el valle de la desilusión y por medio de nuestros fracasos y pérdidas que se nos da la oportunidad de hacer un balance de nuestra vida y avanzar hacia una nueva dimensión de la vida, y hacia un mayor nivel de crecimiento y madurez.
Conozca su propósito en la vida. Mientras más claro pueda definir el propósito en su vida y cuanto más profundamente se incruste en su inconsiente mas dificil sera que las fallas y decepciones lo hagan caer.
Una nave espacial en el camino a la Luna se desvia de su ruta el 90 por ciento del tiempo. Esta constantemente atraído hacia atrás por la gravedad de la Tierra, y constantemente es movida de un lado al otro por otras fuerzas. Sin embargo, se ha incorporado una computadora que tiene como único propósito llevarla la Luna. El equipo hace las correcciones continuamente para mantener la nave en camino hacia su meta.
La vida es así. Si su mirada está en su meta, y si usted tiene un solo propósito, nada impedirá que usted llegue a donde quiera y escoja a donde ir.
Recuerde que el fracaso o la decepción es un evento, no una persona. Debido a que puede haber fallado en su matrimonio o el trabajo, en otra relación, u otra situación, no quiere decir que usted es un fracaso como persona. No, en absoluto. Darse cuenta de que el verdadero fracaso es no seguir intentando, o no levantarse una vez más cada vez que cae o es noqueado. Lo importante es aprender de su pasado, invertirlo como una oportunidad para crecer y seguir adelante.
Dar una oportunidad a Dios. Si usted siente que ha fracasado o cree que ha hecho mal, pidale a Dios que lo perdone y asegúrese de perdonarse asi mismo. Despues convierta su fracaso en un trampolín para su beneficio.
Cuando un hueso se rompe y sana, se hace mas fuerte esa parte del hueso. Lo mismo puede decirse de los lugares donde ha sido herido, ha caído y fallado, o tiene miedo. Cuando deja que Dios los sane, Su poder se perfecciona a través de su debilidad.2
Se sugiere la siguiente oración: “Querido Dios, cualquier cosa que pase, si es mi culpa o es de otro, por favor, ayúdame a no amargarme y usar esto como una oportunidad que me ayude a crecer y convertirme en la persona que tu quieres que sea. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Con gratitud, en el nombre de Jesús, Amén.”
1. 2 Corintios 12:9 (NVI).
2. Adaptado de: How to Mend a Broken Heart, por Dick Innes. Available. Disponible en: www.actscom.com/store (solo ingles).
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