“Jesús respondió, ‘Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie llega al Padre sino por mí.’”1
Stanley Jones cuenta la historia de un misionero que se haba extraviado en la jungla de África, todo alrededor de él era vegetación. Se encontró con una choza y le preguntó al nativo si le podría ayudar a salir. El nativo le respondió que le podría ayudar.
“Está bien,” dijo el misionero, “muéstreme el camino.”
El nativo dijo, “Camine,” y caminaron y abrieron camino a través de la jungla por más de una hora.
El misionario estaba preocupado. “¿Está usted seguro de que este es el camino? ¿Dónde está el sendero?”
El nativo dijo, Bwana, en este lugar no hay un sendero. Yo soy el camino.”2
Cuando se trata de encontrar el camino a Dios, hay varias religiones en el mundo que proclaman tener la verdad y ser “el camino” a Dios.
Tambien hay una gran cantidad de personas que creen que el camino a Dios y el sendero al cielo son a través de buenas acciones. O por lo menos, así lo piensan ellos (como yo lo hice en mi juventud), “si hago más cosas buenas que cosas malas, mis buenas acciones opacarán mis malas acciones y eso me ayudara a entrar al cielo.” De acuerdo a la palabra de Dios, la Biblia, esta creencia también está destinada al fracaso. Como lo dice la Biblia, “Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios, no por obras, para que nadie se jacte.”3
Es verdad que el cristianismo indicó que ellos son el UNICO camino o sendero a Dios y a la Gloria de Dios. De nuevo, la Biblia dice: “De hecho, en ningún otro hay salvación, porque no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres mediante el cual podamos ser salvos.”4
La pregunta que necesitamos hacernos es esta: “¿Es Jesucristo el Hijo de Dios y el salvador del mundo?” Si él lo es y su palabra es la verdad, entonces él es el único camino a Dios y al cielo. Si él no es el Hijo de Dios, entonces él no es un buen hombre y tampoco es un gran líder religioso. El sería un mentiroso, un impostor y culpable de llevar a millones de personas por el camino equivocado.
¿Pero cómo podemos saber si Jesús es o no el Cristo, el Hijo del Dios viviente?
Responderemos a esa pregunta en los próximos tres artículos de Encuentros Diarios.
Se sugiere la siguiente oración: “Dios mío, en todas las voces que proclaman tener el camino a ti y el de la eternal salvación, ayúdame a conocer la verdad para estar absolutamente certero de que yo estoy en el ‘Camino Correcto’ y en mi camino al cielo cuando yo muera. Gracias por escuchar y responder a mi oración. De todo corazón en el nombre de Jesús, Amén.”
1. Juan 14:6 (NVI).
2. Brett Blair, www.eSermons.com
3. Efesios 2:8-9, (NKJV).
4. Hechos 4:12, (NKJV).
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